Síndrome Piriforme

Introducción:

El síndrome piriforme se refiere a la compresión del nervio ciático por el músculo piriforme. También se conoce como síndrome glúteo profundo, descrito por primera vez en 1928, el síndrome del piriforme es un trastorno neuromuscular.

El recorrido de este nervio comienza a nivel de la columna lumbar hacia las piernas, por lo que una compresión a nivel del músculo piramidal se manifestará en forma de adormecimiento, hormigueo y dolor en el recorrido del nervio ciático, generando así una pseudociática.

La activación del músculo piriforme levanta y rota el muslo lejos de la línea media del cuerpo, lo que nos permite caminar cambiando el peso de un pie a otro y mantener el equilibrio. El músculo se activa durante todos los movimientos que requieren la elevación y rotación de los muslos, la gran mayoría de los movimientos de la cadera y las piernas.

Las características clínicas incluyen dolor radicular, entumecimiento, debilidad muscular y sensibilidad en los glúteos. En ocasiones, el dolor puede exacerbarse por la rotación interna de la extremidad inferior a la altura de la cadera.

Causas y Síntomas el Síndrome Piriforme

La compresión o irritación del nervio ciático puede producirse cuando el músculo piriforme se inflama, tiene espasmos o se tensa. Normalmente, esto se debe al uso excesivo, a estar sentado durante mucho tiempo y a actividades como remar en posición sentada. Además, la debilidad de los músculos abductores de la cadera, como los glúteos, combinada con la tensión de los aductores, aumenta el riesgo si no se activan con regularidad

Los deportistas que realizan actividades de movimiento hacia delante, como correr o montar en bicicleta, son más propensos a sufrir este trastorno, especialmente si no realizan regularmente ejercicios de estiramiento y fortalecimiento lateral. Estar sentado de forma excesiva o prolongada (por ejemplo, con las caderas flexionadas mientras se está sentado en el trabajo) también aumenta la probabilidad de desarrollar el síndrome del piriforme.

El síndrome del piriforme no se diagnostica con frecuencia porque los síntomas del trastorno imitan los de la ciática y se carece de una prueba diagnóstica definitiva. Los síntomas típicos pueden ser:

  • Sensibilidad o dolor detrás de la cadera, en las nalgas

  • El dolor puede irradiarse por la parte posterior de la pierna hasta los músculos

    isquiotibiales y, en ocasiones, los músculos de la pantorrilla.

  • Adormecimiento y hormigueo en la extremidad inferior

  • Sensibilidad cuando se aplica presión sobre el músculo piriforme, por ejemplo al

    sentarse

  • Sensibilidad y dolor lumbar

Tratamiento:

El tratamiento del síndrome piriforme se puede dividir en no operatorio y operativo:

No operatorio : analgesia, fisioterapia e inyecciones de corticosteroides

Operatorio : liberación del músculo piriforme

El tratamiento conservador incluye medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para aliviar los síntomas, masajes, ejercicios de estiramiento sin dolor y evitar actividades que contribuyan a ello, como correr, montar en bicicleta y remar. Se recomienda evitar estar sentado durante mucho tiempo y hacer pausas breves cada 30 minutos. Se recomienda realizar estiramientos ligeros tres o cuatro veces al día hasta el punto de dolor, pero no más allá.

A medida que se alivian los síntomas, deben añadirse ejercicios de fortalecimiento que impliquen a los abductores, aductores, rotadores externos y músculos extensores de la cadera. Un fisioterapeuta o un entrenador personal pueden orientar en el desarrollo de una rutina de fortalecimiento y estiramiento adecuada.


Cirugía: se puede considerar pero generalmente sólo como último recurso. Principalmente existen dos procedimientos (estos procedimientos quirúrgicos se han descrito como eficaces y no causan ninguna discapacidad postoperatoria añadida):

  • Procedimiento de tenotomía del tendón cerca de la inserción del trocánter mayor (Mizuguchi).

  • Procedimiento de cortar el músculo en su vientre muscular.

Prevención:

La mayoría de las causas del síndrome del piriforme se pueden prevenir y suelen estar relacionadas con las actividades de la vida diaria. Evitar estar sentado durante mucho tiempo y utilizar una postura correcta al sentarse son dos estrategias de prevención importantes y esenciales para otros aspectos de la salud y el bienestar general. Otras estrategias preventivas son:

  • Utilizar un período adecuado de calentamiento y enfriamiento

  • Mantener una postura correcta con una distribución uniforme del peso en ambos

    pies

  • Utilizar un calzado adecuado que no esté desgastado

  • Utilizar técnicas de levantamiento correctas

  • Estiramientos regulares

    Ejercicios de fortalecimiento que incluyan actividades como:

    • Ejercicios de abducción y aducción con bandas de resistencia ○ Ejercicios de abducción y aducción con bandas de resistencia ○ Sentadillas de pared con balón de estabilidad

    • Aunque es una afección dolorosa y restrictiva, el síndrome del piriforme se puede prevenir en gran medida. Si se evitan la sedestación prolongada y las actividades repetitivas crónicas, y se realizan ejercicios adecuados de calentamiento, estiramiento y fortalecimiento, se reducirá al mínimo el riesgo de desarrollar esta afección debilitante.

En este síndrome es importante llevar a cabo un diagnóstico diferencial, puesto que no debemos confundir esta enfermedad con una lesión de ciática. El dolor que manifiesta un atrapamiento del nervio ciático desde su origen en la columna lumbar, puede irradiarse hasta los dedos de los pies, mientras que en el caso del síndrome del piramidal el dolor recorre la parte posterior del muslo sin sobrepasar la rodilla. Por eso diremos que es una pseudociática o una falsa ciática.

Aunque estos síntomas no siempre están causados por tumores cerebrales, Si experimenta uno de estos síntomas, programe una evaluación con nosotros en Neurocirujano Dr. Andrés Gamboa S


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